LA LINEA DORSAL O LINEA DEL DORSO

 

Apreciación

 

Ella corresponde a la continuación y al final del raquis dorsal desde la 9ª hasta la 18ª vertebra y al raquis lumbar hasta la articulación sacro-iliaca que es localizada en la punta de la grupa.

 

Esta parte de la columna vertebral es recorrida entre otras cosas por el musculo dorsal largo que juega un papel esencial en la curvatura, la elevación y el hundimiento (descenso) del dorso.

El dorso se aprecia en su orientación, su longitud y su ancho (amplitud), el caballo estando parado, en equilibrio con el cuello en posición natural. La forma del dorso es la de la línea que va desde la inserción del sacro (punta de la grupa) a la base de la cruz. Su ancho (amplitud) se evalúa mirando el caballo de frente y de atrás.

 

 

Caracterización

 

No mediremos la longitud del segmento que va del sacro a la cruz, ni su inclinación, que ya fueron evaluadas en la silueta, pero si su curvatura y su ancho. La curvatura de este segmento determinará si el dorso es “recto” (derecho) o “hundido”.

 

Esta evaluación es visual, ella debe tener en cuenta la edad del caballo y su estado de trabajo. Con la edad y perdiendo musculatura, el dorso se hunde, pero durante el crecimiento, igualmente puede adoptar una forma hundida que se atenuará con la edad adulta. El ancho del dorso (amplitud) se evalúa con el tamaño del plato que uno puede mantener encima en un equilibrio estable, a nivel de la parte de atrás de la silla.

Se considera “angosto” si podemos poner un plato de tasa sobre el dorso y “ancho” si podemos poner un plato normal!
Este ancho puede cambiar con el trabajo pero también está unido a la conformación de las apófisis transversas del raquis toraco-lumbar sobre los cuales se insertan la musculatura del dorso.

 

 

Significado

 

El dorso asegura la unión entre el tren anterior y el tren posterior y soporta el peso del jinete.
Como la pértiga (garrocha) del saltador, va a determinar la potencia del salto y la forma de la trayectoria.

 

Como la pértiga del saltador, si es demasiado flexible, este pierde su potencia y si es muy rígida, va a demandar demasiado esfuerzo al resto del cuerpo para poderse doblar (flexionar).

El ancho del dorso contribuye a su potencia pero contraria su flexibilidad. Si está demasiado hundido, va a ser más difícil elevarlo y doblarlo para obtener una buena propulsión vertical pero facilitara la amplitud de las batidas.
Si es demasiado recto y rígido, será más difícil doblarlo.

El trabajo del dorso es un elemento esencial del papel del jinete dentro de la preparación del caballo para su buen desempeño. Tener en cuenta el sentimiento del jinete de la flexibilidad (soltura), la fuerza, la movilidad natural del dorso es un elemento importante para el criador con el fin de apreciar (juzgar) este aspecto de la predisposición natural de una yegua para producir un saltador.

 

 

Discusión

Es por lo tanto un asunto de escogencia: hay que lograr respetar un buen equilibrio entre flexibilidad (soltura), potencia y extensión (despliegue). También es un tema de temperamento en el trabajo, y de la capacidad del caballo a aceptar y a memorizar el trabajo con “un dorso en su sitio”.

Un dorso ligeramente descendiente, si es ancho (amplio) y flexible, es compatible con el desempeño a alto nivel, pero puede ser delicado para hacerlo trabajar “bien”. Un dorso recto y un poco rígido en más fácil de utilizar en el buen sentido, pero no permite desarrollar la misma trayectoria.