EL CUELO

 

Observatión

 

En el programa PAX, el cuello se aprecia en cuanto a su longitud y su orientación. Si su longitud es fácil de medir objetivamente, no es necesariamente igual de fácil definir su orientación.

La buena observación de la posición natural de la cabeza se hace cuando el caballo está parado, en equilibrio y despierto y que no esté siendo objeto de ningún estímulo exterior (pañuelo, fusta o plástico al final de la fusta larga….). La posición natural de la cabeza puede observarse igualmente cuando el caballo va al paso, entre la posición más elevada y la más baja. El raquis cervical, que es determinante para definir la orientación del cuello (y su longitud), está compuesto de 7 vértebras que comienzan en la nuca por el atlas, seguido del axis.

De forma cóncava hasta la 3ra o 4ta vertebra, el raquis cervical se vuelve rectilíneo incluso ligeramente convexo hasta la séptima vertebra para venir a unirse al tórax, entre los omóplatos (escápulas), más o menos una mano por encima de la punta del hombro (encuentro) (Extraído del libro “Le Jugement en Concours d’Elevage).

La línea recta que une la base de la séptima vértebra cervical a la base del atlas, forma con la horizontal un ángulo que va a servir para determinar la orientación del cuello.
La longitud de este segmento va a servir para determinar su tamaño en relación con el resto del cuerpo.

Muchos métodos de evaluación de la longitud del cuello pueden ser propuestos. Nosotros hemos escogido hacer la comparación con la longitud del raquis toraco-lumbar, es decir del “segmento dorsal” que va desde la parte más alta de la cruz hasta la parte más alta de la grupa (articulación lumbosacra).
 

Caracterización

La medida objetiva puede hacerse con la ayuda de un metro plegable y de un transportador.

El caballo en estación (parado), con las cañas anteriores sobre la vertical.
Medimos la distancia entre la base de la séptima vértebra cervical (una mano abierta por encima de la punta del hombro en dirección a la cruz) y la nuca (base del atlas) y la comparamos, con la distancia que separa la parte más alta de la cruz con la parte más alta de la grupa (unión sacro-iliaca).
Si la longitud del cuello es superior de más de 7 cm a la longitud del dorso, el cuello será juzgado como “largo”. Entre 7 cm y 0 cm, él será “ligeramente largo”. Será “ligeramente corto” si la primera distancia es inferior a la segunda en menos de 7 cm. Y será “corto” si la longitud del cuello es inferior en más de 7 cm a aquella del segmento dorsal.

Se juzgará horizontal si el ángulo formado entre el eje del cuello y la horizontal es inferior a 45° y ligeramente horizontal de 45° a 50°, ligeramente vertical de 50° a 55° y vertical si es superior a 55°.

 

Significado

El cuello juega un papel del “balancín” estirándose y bajando en el momento en que el caballo está basculando encima del obstáculo y enderezándose en el momento en que el caballo se recibe del salto (aterriza) y vuelve a tomar el equilibrio.
El cuello está accionado por una serie de músculos que le ayudan y aseguran su papel de palanca o balancín. El descenso (bajar y estirar) del cuello en el trabajo cotidiano, permiten la elevación del dorso y juega un papel importante en la construcción de una musculatura apropiada.

Su contracción o su des contracción contribuyen a complicar o a facilitar la interacción entre la mano del jinete y la boca del caballo.

Su flexibilidad (soltura) lateral es importante en el trabajo de musculación del dorso y de los hombros (paletas) y en el mantenimiento de un buen equilibrio en pista.

Un cuello largo y bien utilizado es una ventaja en su papel de balancín (palanca) pero puede convertirse en un “hándicap” o defecto si él es rígido e impide el dialogo con la boca del caballo.

A la inversa, un cuello corto limitará su eficacia para para optimizar la trayectoria del salto pero “polucionara” o dañara menos el dialogo con la boca.
Un cuello con inserción alta amplificará su papel de “balancín” si es bien utilizado, pero producirá el efecto inverso si el jinete no logra que su caballo lo estire encima del obstáculo y por el contrario incomodará entonces el buen funcionamiento del dorso.

Un cuello insertado bajo, alivia los músculos del dorso, pero hace más difícil el trabajo del jinete en el momento de la retoma de equilibrio por parte del caballo.

 

Discusión

 

 

El coronel DESROCHES, jinete emérito y gran admirador de los anglo-árabes decía del cuello que la manera con la cual el caballo se sirve del mismo es más importante que su longitud o su orientación.
Hay que respetar la opinión de este hombre de caballos pero, sin embargo, “evitar los extremos”.

En términos de longitud, lo mejor es el enemigo del bien, y en términos de orientación, la zona media es de privilegiar.
Vemos de nuevo hasta qué punto la calidad de un cuello se aprecia igualmente dentro de su interacción con los demás parámetros de la morfología y de la locomoción.
Un cuello corto y horizontal hace muy difícil la corrección del equilibrio natural sobre todo para los caballos de dorso corto, pero es menos problemático para los caballos que tienen una buena boca y un buen equilibrio.

Un cuello largo un poco vertical hace difícil el manejo del equilibrio de los caballos con dorso largo y hundido (pandeado), pero puede ser, que si el jinete logra que su caballo lo utilice bien, compense los inconvenientes que presentan los caballos de dorso corto y rígido.

Otras interacciones esenciales entre el cuello y las demás características, tienen que ver con la forma y utilización de los hombros, la elasticidad del salto y la retoma de equilibrio después del salto.
Teniendo en cuenta el papel importante que tiene el cuello y los peligros de las posturas extremas, parece razonable recomendar que se busque producir caballos “dentro de la media” en lo que refiere a longitud y orientación del cuello.

Pero, para no desalentar a nadie, pensemos en Baloubet du Rouet y su cuello vertical, en los productos (hijos) de Uriel y sus cuellos cortos, en Hickstead y su cuello más bien horizontal y convengamos que todavía no hay nada absolutamente redhibitorio.