LA CRUZ

 

Observación

 

La cruz está formada por las apófisis espinosas de las 9 primeras vértebras torácicas, correspondiendo a los 9 pares de costillas que están pegadas al esternón. Las costillas forman la parte dimensionalmente establ de la caja torácica.

 

Su forma se aprecia visualmente por su lado (o perfil) más o menos saliente y más o menos prolongado. Comienza en la parte alta del omoplato y se termina en la apófisis de la novena vértebra dorsal formando un ángulo más o menos abierto con la línea del dorso.

 

 

Caracterización

 

Nosotros proponemos un método de apreciación (evaluación), resultando en una apreciación que va de “corta” a “prolongada”, midiendo la distancia que va desde su parte más alta (4ta dorsal) hasta su base (novena vertebra dorsal).

 

Será juzgada corta si esta distancia es inferior a 12 cm. Será ligeramente corta entre 12 y 17 cm, ligeramente prolongada entre 18 y 22 cm y “prolongada” por encima de 22 cm.

A esta medida hay que matizarla con la apreciación visual general, en función de la forma y del tamaño de la espalda y del punto de la parte más alta de la cruz en relación al aplomo del codo.

 

 

Significado

 

 

Una de las funcionalidades de la cruz es de determinar el posicionamiento de la silla. Es deseable que la posición del jinete montado no se desplace demasiado hacia delante, ni hacia atrás del centro de gravedad del caballo, lo cual perturbaría su equilibrio natural.

 

Es para respetar mejor este equilibrio, que los jockeys de carreras montan con los estribos así de cortos!

Por otro lado, estirándose hacia adelante cuando el cuello se baja, las apófisis espinosas que forman la cruz contribuyen a levantar el dorso y a aliviar (descargar) el músculo dorsal largo.

Entre más la cruz sea prominente, más este efecto de palanca será eficaz. Una cruz larga y prominente será preferible a una cruz corta y hundida, a la vez para favorecer el equilibrio natural del binomio jinete caballo y el trabajo del jinete en la movilización del dorso del caballo.

La parte la más alta de la cruz está en principio situada a nivel del aplomo de la punta del codo. Demasiado adelante o demasiado atrás en relación con este eje, puede perturbar el posicionamiento ideal de la silla.

La musculatura de la cruz jugará un papel en su elevación en el momento del salto y en el mecanismo de amortiguación del peso durante la caída. De todas formas, una cruz que sea naturalmente

musculada es preferible.

 

Discusión

 

A este respeto, de nuevo es un tema de interacciones:
Las características que pueden compensar una cruz muy corta o “hundida” son la forma y las dimensiones del dorso y el equilibrio natural de los aires.

 

Será más fácil compensar los inconvenientes de una cruz corta con un dorso largo, flexible y más bien derecho, y con un equilibrio natural ligado entre otras cosas a una buena amplitud de movimiento de la espalda.

En el otro extremo, un caballo con la cruz muy larga y el dorso más bien corto, se “ensilla mal” y carga de más el tren posterior con el peso del jinete; lo que puede perjudicar la calidad de la propulsión y a la articulación del dorso en movimiento.

Si los dos extremos hay que evitarlos, siempre será preferible buscar una cruz bien salida (prominente), musculada y suficientemente prolongada, para asegurar un buen posicionamiento de la silla con relación al centro de gravedad del caballo.