LA APROXIMACIÓN (LLEGADA O ACOMETIDA DEL SALTO)

  

Observatión

 

El sentido de aproximación o llegada al salto no está ligado a la conformación pero puede facilitarse por las características de locomoción. Se observa por el comportamiento del caballo en las batidas que preceden al salto y en la batida de llegada (última batida antes del salto).

 

Comprende:
La capacidad del caballo de interesarse por el esfuerzo que le va a ser demandado volviendo su mirada y, apuntando sus orejas hacia el obstáculo y haciendo en lo posible abstracción de las “informaciones parásitas”. Darse cuenta del hombre con fusta que está en el giro y de aquel que está en la llegada es prueba de un buen sentido de aproximación.

La capacidad del caballo de ajustar por sí mismo el tamaño de sus batidas para que la batida de llegada (última batida) se haga a la buena distancia del obstáculo. Por esta razón, el buen sentido de aproximación se observa más fácilmente sin vara de ajuste.

La capacidad del caballo de preparar su batida de llegada agrandándose en su batida precedente para amplificar el movimiento del tórax hacia abajo en el instante del golpe o empuje en el momento del pique (en inglés “punch” y en francés “frappe”) y su regreso hacia arriba en el momento de la elevación de la cruz.

 

 

Caracterización

 

La presencia de estas tres cualidades determina un muy buen sentido de la aproximación o llegada al salto, en cuyo caso será calificado de “atento”. Se volverá cada vez más “indiferente” en la medida en que el caballo se muestra más distraído e incapaz de poner en funcionamiento estos mecanismos que van a facilitarle el salto!

 

 

Significado

El sentido de la aproximación (llegada al salto), como la elasticidad para el salto, es sin duda alguna una cualidad preciosa para un caballo de un amateur, pero es útil en todos los niveles de competición y esta permite a un caballo de alto nivel a reaccionar más rápido, incluso a anticipar las solicitaciones del jinete dentro de una sucesión de obstáculos.

 

 

Discusión

 

El sentido de la aproximación es indiscutiblemente una predisposición natural pero es igualmente una cualidad que se desarrolla con el trabajo. En libertad, por la voz, por la posición del cuerpo y la manipulación de la fusta, el responsable de la llegada al obstáculo puede guiar al caballo para la puesta en funcionamiento de las cualidades que forman el sentido de aproximación al salto.