la sangre (reactividad)

 

Existen tantas definiciones como “especialistas” y es sin escrúpulo que nosotros proponemos la nuestra.

 

La “cantidad de sangre” mide a la vez la capacidad del caballo de sentir una “emoción” de cualquier naturaleza y su capacidad para transformarla en una respuesta neuromuscular apropiada. Es una característica hereditaria.

Un caballo llamado en francés “pres du sang” o “con sangre” va reaccionar más rápidaùente de un estímulo exterior que un caballo al que le “falta sangre” y va más rápidamente a mostrar la reacción apropiada: levantar su pata para permitirle al caballerango hacer una curación, agachar las orejas para intimidar a un intruso, moverse a un lado para alejarse de un peligro, contraer un musculo o flexionar más rápido y más fuerte una articulación para evitar un obstáculo….

Agreguemos que la “sangre” es como el dinero “no podemos tener demasiado a menos que hagamos buen uso!”

Demasiada sangre puede hacer un caballo muy sensible para un jinete aficionado y muy poca es incompatible con el deporte de alto nivel.

La sangre no se mide (todavía) objetivamente y es por tanto “la impresión de cantidad de sangre” lo que proponemos al criador que indique sobre la ficha de caracterización. Ella se evalúa diariamente sobre la yegua y sobre su producción (hijos), en el caso contrario por el comportamiento en el trabajo, pero igualmente en la pesebrera y al interior de la manada. Hay que evaluarla, para los parámetros de comportamiento en el trabajo, en función del estado de salud y de la condición física.

No tenemos la misma “sangre” (reactividad) después de pasar la noche en vela o de la llegada de una maratón que al principio de la tarde o al inicio de la carrera…

La velocidad de recuperación, la velocidad con la cual un caballo retoma su forma y condición de peso después de un periodo de descanso son igualmente elementos de apreciación del nivel de “sangre”.