aplomos anteriores

 

Observación

 

 

Como las otras características, la grupa se observa con un caballo parado sobre un suelo horizontal y las cañas de los miembros posteriores sobre la vertical.

 

La forma y la longitud de la grupa corresponden a la posición y el tamaño del hueso iliaco. Estas se aprecian partiendo de la punta de la cadera y yendo hasta la punta de la nalga. La inclinación de la grupa se mide por el ángulo formado entre esta recta y la horizontal. Ella puede evaluarse con un compás de carpintero o con cinta adhesiva y un transportador, como en la espalda.
Su longitud se mide con un metro flexible (de costurero).

 

 

Caracterización

 

Para los aplomos vistos de frente, el caballo será catalogado “izquierdo” si el eje del menudillo se encuentra al interior del eje del casco y “estevado” si se encuentra al exterior.

La rodilla será “varus” si su eje está al interior del eje del nudo (menudillo) y “valgus” si está al exterior. De perfil, se llamara de rodillas invertidas si la parte anterior del carpo forma un ángulo agudo con los ejes de la caña y el brazo, en su sitio, si es un ángulo plano y “brazicorto” (rodillas adelantadas) si es un ángulo obtuso.

 

Significado

 El miembro anterior es requerido en el momento del apoyo al inicio del salto (“pique” o despegue); enseguida, él debe flexionarse para permitir el sobrepaso del salto por parte del tren anterior. Y es en la recepción o caída que se encuentra más duramente exigido. Recibe todo el peso del cuerpo, y debe inmediatamente participar en el restablecimiento del equilibrio en pro del esfuerzo siguiente.

El miembro anterior, por el hecho de ser sometido a todos estos esfuerzos, es el sitio o foco de muchas de las patologías locomotrices que afectan o impiden el buen desempeño deportivo.
Seria pretencioso querer jerarquizarlas e incluso listarlas, pero es permitido decir que estas patologías serian en promedio menos numerosas y menos agudas en los caballos que gocen de buenos aplomos.

Visto de frente, buscaremos una alineación: eje del casco, eje del nudo, punta del hombro y preferiremos una rodilla en ligero “valgus” (hacia el exterior) en lugar que a la inversa.

Visto de perfil, buscaremos una alineación de la caña con el brazo, prefiriendo un caballo ligeramente “brazicorto” de rodillas adelantadas a un caballo con las rodillas invertidas.

 

Discusión

 Si la necesidad de unos buenos aplomos es indiscutible y si el impacto sobre la salud y la longevidad deportiva de los malos aplomos es evidente, la previsibilidad genética de estas defectuosidades es incierta.

El manejo ortopédico del potro joven, bajo la presión de los criadores de pura sangre y trotones, ha tenido progresos considerables y, entre las fricciones, las intervenciones quirúrgicas, las ondas de choque y los herrajes (ortopédicos), hay muchas correcciones espectaculares realizables en los primeros meses de vida de un potro.

No recalcaremos suficientemente jamás cuanto el manejo de los aplomos (herrajes) es un elemento esencial de la gestión del caballo atleta. Es necesario evidentemente utilizar yeguas con buenos aplomos y cruzarlas con reproductores similares. Hay que tener en la libreta de direcciones, los datos de un buen veterinario y de un buen herrador, puesto que nada está perdido con un potro “chueco” si se le cuida y trabaja convenientemente.